lunes, 7 de mayo de 2012
Hollande-Merkel
Françoise Hollande, candidato del Partido Socialista, ganó ayer las elecciones presidenciales de Francia. Derrotó con 18 millones 438 votos al presidente saliente, Nicolás Sarkozy, del partido Unión por el Movimiento Popular (UMP), quien obtuvo 16 millones 869 mil 371 sufragios. Esto es 51.62% frente al 48.38% del total de votos emitidos.
Dentro del paquete presupuestario que Hollande pretende convertir en ley se incluye una nueva tasa de impuestos del 75% para quienes tengan ingresos superiores al millón de euros (más de 17 millones de pesos mexicanos).
El presidente electo también se ha propuesto viajar a Berlín a fin de negociar el paquete fiscal europeo que firmaron en marzo pasado 25 de los 27 los países que forman la Unión Europea. Entonces solo la República Checa y el Reino Unido se abstuvieron de suscribirse al pacto, que establece duras medidas de austeridad a los gobiernos.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que recibirá a Hollande "con los brazos abiertos", pero que el pacto fiscal europeo no es negociable.
jueves, 3 de mayo de 2012
Uno nunca aprende nada
Ando como Sócrates: solo sé que no sé nada. Ya cursé una licenciatura, pero no he terminado nada: apenas acabo de empezar.
Todas las materias y maestros, los apuros por terminar de leer el libro, redactar un trabajo decente, las horas y horas frente a la computadora, sin dormir. Todo esto no ha sido más que un entrenamiento.
La Universidad me quedó solo como una orientación valiosa. Tengo una idea de las cosas que debería saber o poder hacer, pero disto mucho de ser tan capaz como un profesional.
Me falta ejercicio, práctica. Se me hace tarde, dentro de poco ya no tendré tiempo ni lugar para equivocarme. Debo sentarme a ensayar lo que supone que aprendí. Debo hacerlo ahora: una y otra y otra vez.
Porque los saberes no se capturan, se practican. Quien no practica olvida, y alguien que olvidó lo que una vez supo queda como si no hubiera aprendido nunca. Claro que se puede volver a aprender, pero hay que estar haciéndolo porque en realidad uno nunca aprehende nada.
Todas las materias y maestros, los apuros por terminar de leer el libro, redactar un trabajo decente, las horas y horas frente a la computadora, sin dormir. Todo esto no ha sido más que un entrenamiento.
La Universidad me quedó solo como una orientación valiosa. Tengo una idea de las cosas que debería saber o poder hacer, pero disto mucho de ser tan capaz como un profesional.
Me falta ejercicio, práctica. Se me hace tarde, dentro de poco ya no tendré tiempo ni lugar para equivocarme. Debo sentarme a ensayar lo que supone que aprendí. Debo hacerlo ahora: una y otra y otra vez.
Porque los saberes no se capturan, se practican. Quien no practica olvida, y alguien que olvidó lo que una vez supo queda como si no hubiera aprendido nunca. Claro que se puede volver a aprender, pero hay que estar haciéndolo porque en realidad uno nunca aprehende nada.
martes, 31 de enero de 2012
Y ahora, ¿qué?
Acabo de terminar de cursar mis materias en la universidad. Empiezo a hacer el servicio social. Trabajo en mi tesis. Es un momento de transición. Una especie de limbo, porque ya no soy estudiante, pero tampoco trabajo. Ahora, luego de cuatro años y medio en la escuela, se supone que puedo hacer un trabajo profesional. Y ya he tenido oportunidad de hacerlo.
El asunto es que, así como yo, hay cientos, quizá miles de jóvenes más. Muchos seguramente más capaces o esforzados, más merecedores de ese trabajo en la redacción de un periódico con el que ahora sueño. Sí, ya terminé la licenciatura, pronto me titularé (espero). Y qué. Sigo siendo nadie, sigo sintiendo la misma incertidumbre que antes de entrar a estudiar.
Mi promedio no me garantiza un buen empleo, el título tampoco me lo atraerá como si fuera un imán. He de empezar desde abajo, como todos. Con prácticas profesionales en las que con gusto trabajaré casi gratis a cambio de experiencia y, con mucha suerte, tendré oportunidad de que me contraten de lo que sea.
Porque, puestos a ver la situación, aunque yo quisiera desarrollar cierto tipo de trabajo, la verdad no me importaría hacer lo que nadie más quiere por una razón muy simple: necesito el empleo. Me urge que alguien me pague una cantidad aunque sea precaria de dinero con cierta regularidad porque, ahora que ya no estudio, se terminó mi beca. Y ya saben, uno necesita recursos para hacer el consumo elemental necesario para vivir.
Así que sigo más o menos como al principio, sin saber bien qué hacer o cómo. Porque el presidente del empleo no cumplió y el entorno es cada vez más adverso. Si mis abuelos pudieron con su esfuerzo darle a sus hijos casa, carro y carrera, yo no sé siquiera si alguna vez podré adquirir un departamentito pinche para vivir, tomando en cuenta que los créditos del Infonavit ahora son casi impagables, a 30 años o más.
Me dirán que no debo quejarme. Que me va mucho mejor que a los jóvenes nini o a quienes han tenido que unirse a las filas del crimen organizado. Quizá tengan razón y comparado con eso es bastante fortuna poder decir "acabo de terminar mis materias en la universidad". Al menos yo puedo plantearme otras alternativas a futuro, aunque sea difícil.
Pero igual protestaré: por mí, por ellos y por todos los demás. Porque no tendría por qué ser así de duro. Todos deberíamos tener acceso a la educación y después aspirar a un empleo digno, bien remunerado, en el cual desarrollar nuestras potencialidades humanas. Esto, que es un derecho, parece ahora un privilegio.
Ya sé que todos están más preocupados por la elección del próximo presidente, que seguramente nos la pondrá peor, sea quien sea. O contando muertos, o buscando a los hijos perdidos, o tronándose los dedos para que cuadren las cuentas y todavía sobren unos centavos para comer. Pero esto también es importante.
Cercenarle el futuro a una generación es sacrificar, no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera. Yo quiero tener un empleo no nada más para poder comer o pagar la renta, sino para aportar con lo mejor de mis capacidades para que este país no se hunda en la mierda más y más. Ese es mi más genuino deseo.
Ojalá que lo pueda realizar.
El asunto es que, así como yo, hay cientos, quizá miles de jóvenes más. Muchos seguramente más capaces o esforzados, más merecedores de ese trabajo en la redacción de un periódico con el que ahora sueño. Sí, ya terminé la licenciatura, pronto me titularé (espero). Y qué. Sigo siendo nadie, sigo sintiendo la misma incertidumbre que antes de entrar a estudiar.
Mi promedio no me garantiza un buen empleo, el título tampoco me lo atraerá como si fuera un imán. He de empezar desde abajo, como todos. Con prácticas profesionales en las que con gusto trabajaré casi gratis a cambio de experiencia y, con mucha suerte, tendré oportunidad de que me contraten de lo que sea.
Porque, puestos a ver la situación, aunque yo quisiera desarrollar cierto tipo de trabajo, la verdad no me importaría hacer lo que nadie más quiere por una razón muy simple: necesito el empleo. Me urge que alguien me pague una cantidad aunque sea precaria de dinero con cierta regularidad porque, ahora que ya no estudio, se terminó mi beca. Y ya saben, uno necesita recursos para hacer el consumo elemental necesario para vivir.
Así que sigo más o menos como al principio, sin saber bien qué hacer o cómo. Porque el presidente del empleo no cumplió y el entorno es cada vez más adverso. Si mis abuelos pudieron con su esfuerzo darle a sus hijos casa, carro y carrera, yo no sé siquiera si alguna vez podré adquirir un departamentito pinche para vivir, tomando en cuenta que los créditos del Infonavit ahora son casi impagables, a 30 años o más.
Me dirán que no debo quejarme. Que me va mucho mejor que a los jóvenes nini o a quienes han tenido que unirse a las filas del crimen organizado. Quizá tengan razón y comparado con eso es bastante fortuna poder decir "acabo de terminar mis materias en la universidad". Al menos yo puedo plantearme otras alternativas a futuro, aunque sea difícil.
Pero igual protestaré: por mí, por ellos y por todos los demás. Porque no tendría por qué ser así de duro. Todos deberíamos tener acceso a la educación y después aspirar a un empleo digno, bien remunerado, en el cual desarrollar nuestras potencialidades humanas. Esto, que es un derecho, parece ahora un privilegio.
Ya sé que todos están más preocupados por la elección del próximo presidente, que seguramente nos la pondrá peor, sea quien sea. O contando muertos, o buscando a los hijos perdidos, o tronándose los dedos para que cuadren las cuentas y todavía sobren unos centavos para comer. Pero esto también es importante.
Cercenarle el futuro a una generación es sacrificar, no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera. Yo quiero tener un empleo no nada más para poder comer o pagar la renta, sino para aportar con lo mejor de mis capacidades para que este país no se hunda en la mierda más y más. Ese es mi más genuino deseo.
Ojalá que lo pueda realizar.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Peña Nieto y la lectura: lo irrelevante
Las pretendidas "discusiones" en torno a la lectura son no sólo irrelevantes, sino absurdas: ¿qué se puede disertar cuando la importancia de leer es innegable?
Deberíamos dejar de perder el tiempo en criticar la ignorancia ajena, en intentar convencer con argumentos sensatos los oídos y conciencias de necedad probada.
Invertiríamos mejor nuestros esfuerzos si discutiéramos asuntos verdaderamente necesarios y urgentes, como la implementación efectiva de mecanismos de rendición de cuentas y sanciones para los funcionarios públicos todos, sin distinción de copete.
Deberíamos dejar de perder el tiempo en criticar la ignorancia ajena, en intentar convencer con argumentos sensatos los oídos y conciencias de necedad probada.
Invertiríamos mejor nuestros esfuerzos si discutiéramos asuntos verdaderamente necesarios y urgentes, como la implementación efectiva de mecanismos de rendición de cuentas y sanciones para los funcionarios públicos todos, sin distinción de copete.
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Una muerte... o una vida. Carta cuarta a Don Luis Villoro en el intercambio sobre Ética y Política. SCI Marcos
“Quien nombra llama. Y alguien acude, sin cita previa, sin
explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando.
Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del
todo mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae.”
explicaciones, al lugar donde su nombre, dicho o pensado, lo está llamando.
Cuando eso ocurre, uno tiene el derecho de creer que nadie se va del
todo mientras no muera la palabra que llamando, llameando, lo trae.”
Eduardo Galeano.
“Ventana sobre la Memoria”, en Las Palabras Andantes. Ed. Siglo XXI.
Para: Luis Villoro Toranzo.
De: Subcomandante Insurgente Marcos.
De: Subcomandante Insurgente Marcos.
Don Luis:
Salud y saludos.
Salud y saludos.
Antes que nada, felicitaciones por su cumpleaños el 3 de noviembre. Esperamos que con estas letras reciba también el abrazo cariñoso que, aún a la distancia, le damos.
Pues seguimos con este intercambio de ideas y reflexiones. Acaso ahora más solitarios por el barullo mediático que se levanta en torno a la definición de los nombres de los 3 bribones que habrán de disputarse el regir sobre los ensangrentados suelos de México.
Con el mismo frenesí con el que expiden sus facturas por “gastos de promoción de imagen”, los medios de comunicación se alinean a uno y otro lado. Todos coinciden en que las torpezas que exhiben con impudicia los respectivos aspirantes, sólo se pueden tapar haciendo más ruido sobre las del contrincante.
La época del furor navideño de compras ahora coincide con la venta de propuestas electorales. Claro, como la mayoría de los artículos que se expenden en esta época del año, sin garantía alguna y sin la posibilidad de devolución.
Después del sepelio de su ahora ex-secretario de gobernación, Felipe Calderón Hinojosa corrió gozoso al “buen fin” para demostrar que lo que importa es consumir, no importa que los secretarios de Estado sean perecederos y con una fecha de caducidad imprevista.
Pero aún en medio del ruido hay sonidos que laten para quien sabe buscar y tiene los arrestos y la paciencia suficientes para hacerlo.
Y en estas líneas que ahora le mando, Don Luis, palpitan muertes que son vidas.
I.- El poder del Poder.
“La libertad de elección te permite elegir la salsa con
la que serás comido.”
Eduardo Galeano.
“Ventana sobre las Dictaduras Invisibles” Ibid.
“La libertad de elección te permite elegir la salsa con
la que serás comido.”
Eduardo Galeano.
“Ventana sobre las Dictaduras Invisibles” Ibid.
“Qué nos gobiernen, juzguen y cuiden las putas,
ya que sus hijos nos han fallado”
Tomado del blog laputarealidad.org
ya que sus hijos nos han fallado”
Tomado del blog laputarealidad.org
Debo haberlo leído o escuchado en alguna parte. Era algo así como “el Poder no es tener mucho dinero, sino el mentir y que te crean muchos, todos, o al menos todos los que importan”.
Mentir en grande y hacerlo impunemente, eso es el Poder.
Mentiras gigantes que incluyen acólitos y feligreses que les den validez, certeza, estatus.
Mentiras hechas campañas electorales, programas de gobierno, proyectos alternativos de nación, plataformas partidarias, artículos en periódicos y revistas, comentarios en radio y televisión, consignas, credos.
Y la mentira debe ser tan grande que no sea estática. Que cambie, no para hacerse más efectiva, sino para probar la lealtad de sus seguidores. Los malditos de ayer serán bendecidos apenas pasadas unas hojas en el calendario.
¿Es el Poder –o su cercanía- el gran corruptor?
¿Llegan a él hombres y mujeres con grandes ideales y es el accionar perverso y pervertidor del Poder el que los obliga a traicionarlos hasta llegar a hacer lo contrario y contradictorio?
Del empleo pleno a la guerra sangrienta (y perdida)…
De “la mafia en el poder” a la “república amorosa”…
Del “con seis mil pesos mensuales alcanza para todo” al “ni en el buen fin consigo una encuesta que me favorezca”…
Del “Dios mío, hazme viuda” al “Lupita D´Alessio, hazme leona frente al cordero”…
Del grupo San Ángel al Yunque totalmente palacio…
Del… del… del… perdón, pero no encuentro nada significativo que Enrique Peña Nieto haya dicho…
lunes, 28 de noviembre de 2011
Un indio cavila
[Música oaxaqueña de fondo]
¿Qué pasaría si acordáramos no usar dinero entre nosotros?
¿Qué pasaría si acordáramos no usar dinero entre nosotros?
jueves, 3 de noviembre de 2011
¡Qué hermoso es el mundo, carajo!
Acá un video recorrido de la Tierra, desde la Estación Espacial Internacional.
Juzguen si no es bello, si no vale la pena, a pesar de todo, vivir en este mundo, amarlo y defenderlo:
Juzguen si no es bello, si no vale la pena, a pesar de todo, vivir en este mundo, amarlo y defenderlo:
viernes, 14 de octubre de 2011
Indignados, edición México
15 de octubre a las 12:00 en el monumento a la Revolución.
Los partidos cambian, la explotación sigue.
Cría ricos y te comerás sus crisis.
Organiza tu rabia.
Nuestros sueños no caben en sus urnas.
Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir.
Si nadie cumple, vota por nadie.
Indignarse no es suficiente.
Si los de abajo se mueven, los de arriba se caen.
No basta que lo sepas: ¡Ocupa la plaza!
¡Toma la calle!
¡Democracia, justicia, libertad!
Ahora es cuando...
Los partidos cambian, la explotación sigue.
Cría ricos y te comerás sus crisis.
Organiza tu rabia.
Nuestros sueños no caben en sus urnas.
Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir.
Si nadie cumple, vota por nadie.
Indignarse no es suficiente.
Si los de abajo se mueven, los de arriba se caen.
No basta que lo sepas: ¡Ocupa la plaza!
¡Toma la calle!
¡Democracia, justicia, libertad!
Ahora es cuando...
sábado, 1 de octubre de 2011
Conflictos en Bolivia: tensión entre el gobierno de Evo Morales y los Pueblos Indígenas.
A raíz de los trabajos para la construcción de una carretera, que pasa por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), se ha suscitado un fuerte conflicto en Bolivia: los indígenas que habitan ese territorio organizaron movilizaciones para defenderlo, y una de esas marchas fue reprendida por el gobierno boliviano.
Evo Morales asegura que él no dio esa orden y pidió disculpas. A continuación, la postura de los agredidos:
Evo Morales asegura que él no dio esa orden y pidió disculpas. A continuación, la postura de los agredidos:
Resolución de la VIII Gran Marcha Indígena por la Defensa del TIPNIS, los Territorios, la Vida y la Dignidad y los Derechos de los Pueblos Indígenas.
San Borja-Rurrenabaque. Beni, Bolivia
27 de septiembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
martes, 30 de agosto de 2011
Incongruencia
¿Cómo le pide Felipe Calderón a los niños que no se aflijan por crimen, cuando los huérfanos de su guerra pasan de 50 mil?
http://www.m-x.com.mx/2010-10-08/los-huerfanos-de-la-guerra-contra-el-narco-en-mexico-podrian-llegar-a-50-mil/
http://www.m-x.com.mx/2010-10-08/los-huerfanos-de-la-guerra-contra-el-narco-en-mexico-podrian-llegar-a-50-mil/
viernes, 26 de agosto de 2011
Ali Ferzat, el caricaturista agredido
Ferzat es un caricaturista sirio de oposición. Les dejo una muestra de su trabajo, su página es http://www.ali-ferzat.com
jueves, 11 de agosto de 2011
Desperté soñando con el mundo
¿Cuántas maravillosas ideas están latentes allá afuera? No sé, qué podría decirme, por ejemplo, un sociólogo hindú, que viene de un país tan mágico, lleno de paradojas y con una complejidad cultural más difícil de entender que la teología de donde salieron Krishna y Ganesh.
¿No habrán desarrollado en África algo semejante a la pedagogía del oprimido, de Paulo Freire, o a la teología de la liberación? ¡La de frutos que rendiría el intelecto humano si las inteligencias de todos los distintos pueblos pudieran libremente dialogar! Ojalá fuéramos capaces de salir del pequeño cerco que nuestro cráneo nos impone, que pudiéramos ver más allá de nuestras barreras culturales.
Es increíble que en un mundo con tecnologías para la comunicación tan desarrolladas, no podamos participar todos de la conversación porque hay unos ocupados en atascarse de las riquezas que le corresponden a otros que están muriendo de hambre. Mundo tan bello como atroz, me desvelo soñando contigo.
¿No habrán desarrollado en África algo semejante a la pedagogía del oprimido, de Paulo Freire, o a la teología de la liberación? ¡La de frutos que rendiría el intelecto humano si las inteligencias de todos los distintos pueblos pudieran libremente dialogar! Ojalá fuéramos capaces de salir del pequeño cerco que nuestro cráneo nos impone, que pudiéramos ver más allá de nuestras barreras culturales.
Es increíble que en un mundo con tecnologías para la comunicación tan desarrolladas, no podamos participar todos de la conversación porque hay unos ocupados en atascarse de las riquezas que le corresponden a otros que están muriendo de hambre. Mundo tan bello como atroz, me desvelo soñando contigo.
sábado, 4 de junio de 2011
Amor a la barba
Manuel tiene poco más de cincuenta años y usa barba, como muchos otros hombres. Nunca lo he visto sin ella. Su hija tampoco, sólo en credenciales o documentos de antes de que ella naciera. Parece que ni su esposa lo ha visto lampiño alguna vez. ¿Acaso era él mismo antes de usar barba? Lo dudo. En casos como éste barba y bigote trascienden lo físico: se vuelven rasgos del carácter.
lunes, 28 de febrero de 2011
Escribir
Escribo en la lap porque es más fluido que a mano. Así, mis dedos pueden seguir mejor mis ideas. Entonces oigo música: una estación de radio irlandesa, Stereomood, o Radio Educación. A veces también escucho el Ipod o MVS Radio. De noche, casi siempre. Tal vez con una cerveza. Probablemente con café y cigarros. Eso sí, siempre al amparo del infaltable Internet.
A veces siento que no me concentro bien en nada, porque en la compu oigo música, leo noticias, estoy en Messenger, Facebook, y reviso mis correos. Ah sí, también escribo.
Últimamente ya no tanto, pero mejor. Bueno, no sé. Escribo cuando estoy enamorado. O triste. Escribo mucho y no escribo nada. Lo hago dormido, redacto miles de sueños. Lo mismo despierto. De vez en cuando puedo tomar un lápiz y garabatear letras espantosas que tal vez después no entienda. O ya no me importen.
Si es rollo mío, escribo como se me da la gana. Sin fijarme en el orden, sólo digo lo que quiero decir cuando me nace decirlo. Si es por encargo, imagino primero mi texto. Lo moldeo en mi cabeza, y cuando me siento seguro voy poniéndolo en el papel. Siempre lo pulo después, al releerme.
No es que mis textos no me gusten, pero siempre me reprocho un poco porque sé que puedo hacerlos mejor. Intento llegar a la mejor forma de decir algo, trato de convertirme en alguien que cuenta bien una historia.
Critico mi puntuación, mi estructura, mi lenguaje. Mis errores me duelen, pero los acepto. Arrepentido, prometo no volver a cometerlos. Festejo, también, mis logros.
Lo que más me satisface son las líneas que me cuestan lágrimas y risas. Las que no puedo escribir de corrido porque me gana la emoción. Creo que mis mejores textos son los que hago pensando en alguien más, en alguien que quiero. Paradójicamente, me ayudan a conocerme a mí mismo, a aceptarme y quererme. Admirarme, incluso.
Lo que ya no hago es forzarme a escribir sobre las cosas que creo que debería escribir, o para cumplir la disciplina con la que quisiera hacerlo. No. Para mí escribir es algo orgánico, que sólo puedo hacer cuando tengo ganas o le encuentro el caso. Me caga tener que hacerlo cuando no quiero. Es como si me obligaran a masturbarme cuando no tengo ganas.
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