sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Aspiraciones profesionales?

Ninguna. Yo no quiero dejar de ser nunca una humilde estudiante de periodismo, con muchas ganas de aprender y mucho miedo de equivocarse.

Tendré en algún momento que salir a trabajar. Y entonces espero ser suficientemente capaz para hacer bien lo que tenga que hacer. Tener paciencia, no cansarme, no traicionarme.

No aspiro a ser una reportera consumada, yo lo que quiero es contar historias. Acercarme a la gente y preguntar, buscar documentos y encontrar respuestas.

No quiero  nunca ser una columnista pretenciosa. Pero si alguien quisiera saber mi opinión, deseo poder darla con una explicación suficiente de mis argumentos.

Si he de investigar, no quiero cansarme ni desistir hasta encontrar el dato que precise o concretar la entrevista que requiera.

Si he de corregir o editar, deberé tener claros los criterios para hacerlo.  Quiero siempre estar dispuesta a escuchar,  no cerrarme a las razones de los otros, consciente de soy humana y puedo equivocarme.

Si alguien, alguna vez, pide mi ayuda para algo, quiero dársela en la medida que me sea posible.

Eso sí, he de dejarle claro a los demás, pero sobre todo a mí misma, que nunca podré ser LA gran periodista que todo el mundo espera. Lo único que puedo y debo hacer, es comprometerme a ser siempre no más de lo que ahora soy:

Una humilde estudiante de periodismo, con muchas ganas de seguir aprendiendo, y mucho miedo de hacer las cosas mal.

¿Para qué tener aspiraciones profesionales, cuando es suficiente una declaración de principios? Las aspiraciones se las traga el olvido cuando el futuro no sale como se espera a la hora de volverse presente. Pero los principios, si lo son de verdad, van firmes con uno todo el camino hasta la tumba.

Yo quiero que estos sean los míos. Ojalá que sí, que no sean una mera cursilería idealista de una joven e ilusa estudiante.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Es bueno dormise con hambre de mundo...

porque así nacen los sueños que valen la pena.

sábado, 11 de septiembre de 2010

La patria duele...

Hoy vi a un grupo de militares extranjeros pasearse por Coyoacán. Pese a que a mí también me parece un ultraje simbólico que desfilen en nuestras fiestas patrias en el año del Centenario y Bicentenario, no los odié. Sólo sentí una profunda tristeza.
Me duele la patria, porque es una patria a medias que le da la espalda a los que nada tienen. Me duelen la injusticia histórica, las promesas incumplidas, los sueños traicionados, las oportunidades perdidas...

viernes, 10 de septiembre de 2010

Ni es mezquita, ni está en la zona cero

Reproduzco aquí la entrada del Blog de los editores de BBC Mundo, que firma Hernando Álvarez y que puede encontrar acá.
Basta con escribir "mezquita en la zona cero de Nueva York" para que un consumidor de noticias entienda a qué me refiero. Lo grave es que no se trata de una mezquita y tampoco está en la zona cero de Manhattan.
Aún más preocupante es que muchos medios de comunicación, incluido BBC Mundo, caímos en el error y sólo me di cuenta de ello cuando leí un link de un artículo del Guardian que puso en su perfil de Facebook mi colega Inma Gil.

sábado, 28 de agosto de 2010

La masacre de los 72 y el manejo irresponsable de la información

Lamentable la noticia del asesinato de los 72 migrantes en nuestro país. Mucho habría que comentar, pero aquí quiero referirme al manejo irresponsable de la información en los medios.
En su afán por completar la nota, los medios hicieron público el nombre el sobreviviente por el que se conoció la tragedia. Con ello pusieron en peligro su vida y la de sus familiares. Ahora, además del trauma por lo vivido, el salvadoreño y sus seres queridos tienen ahora una amenaza latente sobre ellos.
Una cosa es el derecho a la información, y otra es arriesgar la vida de las personas implicadas en determinado suceso. Un buen periodista no puede darse el lujo de ser irresponsable, de publicar sin pensar en las consecuencias. Los medios deberían tener más cuidado con eso, imponer restricciones.
Si los autores de la masacre cobran venganza, ¿quién será el responsable?

sábado, 21 de agosto de 2010

Sí, cómo no. Lo que tú digas.

¿Se acuerda usted del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, en 2008? Aquella vez se reunieron representantes de los tres poderes, en los tres niveles de gobierno, quienes se comprometieron a trabajar "en serio" por la seguridad, etcétera y demás.

Pero no fue de a gratis, ni por gusto. El secuestro y asesinato de Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, cobró gran relevancia en los medios. A grado tal que el reclamo del padre de la víctima hacia las autoridades ("Si no pueden, renuncien") hizo eco en todo el país. Fue esto lo que obligó a "las autoridades competentes" a armar el mitote ése.

¿Qué ha pasado después? Pues, aparte del secuestro del (en su momento) presidenciable Diego Fernández de Cevallos, han asesinado a José Mario Guajardo, candidato del PAN a una alcaldía en Tamaulipas; Rodolfo Torre Cantú, que buscaba con el PRI la gubernatura de ese mismo estado; y Edelmiro Cavazos, alcalde de Santiago, Nuevo León.

Obviamente, las reuniones, pláticas, viajes en avión, fotos para la prensa y firmas no han servido de nada.

¿Qué podemos esperar de los Diálogos por México?

Evidentemente, este interés por "dialogar" no se debe precisamente al ánimo patriótico de nuestro presidente, aunque él así lo haga parecer. Obedece a la necesidad de "incluír" a la sociedad en la lucha contra el narcotráfico, de obtener consenso, aprobación. De cargar entre todos el peso y la culpa de los 28 mil muertos, los cerca de 40 mil huérfanos que esta "guerra" ha dejado.
¿Funcionará? ¿Nos incluirán en sus planes y proyectos? Francamente, lo dudo. Porque ni si quiera nos están escuchando.Todos estos "diálgos", "acuerdos", "reuniones", son pura palabrería.  

Sí, cómo no. Lo que tú digas.

jueves, 22 de julio de 2010

"Pues esto opino sobre el Bicentenario"

Dice José Manuel Moreno con su foto, que subió Emeequis acá.
silla bicentenario
Y usted, ¿qué opina?

jueves, 15 de julio de 2010

El cuarto en Segob

Helguera advierte: Váyanlo conociendo:

Hernández aprecia cierta Involución

sábado, 10 de julio de 2010

Entre la inmediatez y la profundidad

Una cosa es el periodismo, y otra la historia. El periodista debe estar enterado de lo que pasa ahora, en este momento, e informar de ello a sus lectores. Pero, ¿eso nos condena a textos tan efímeros como el instante en que se leen?
Parte del trabajo del periodista es entender, y hacerle entender al lector, la importancia de los hechos. Pero para eso hay que leer, investigar. Los acontecimientos no se explican ni tienen significado por sí mismos. Debe haber profundidad en los textos para que sea posible explicar, interpretar.

miércoles, 7 de julio de 2010

Premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI

Ayer se anunció el ganador de este prestigioso premio en la categoría texto. El ganador fue El rastro en los huesos, de Leila Guerreiro, publicado en la revista Gatopardo en abril de 2008.
Los otros cuatro textos nominados, entre 963 que se registraron, fueron:
Morir por PEMEX. Tragedia en la sonda de Campeche, de Emiliano Ruiz Parra, publicado en el diario Reforma.
Los olvidados, el capítulo que faltaba, de Martín Riepl, publicado en la revista Etiqueta Negra.
Historia humana de una bala, de Juan Andrés Valencia, publicado en la revista Soho.
Los muertos de nadie, de Juan alejandro Sullivan y Juan Pablo Figueroa, publicado en CIPER
Más detalles sobre el premio, los nominados y el jurado, acá.

Lo que el perro me dejó

Por donde vivo hay un parque, a su alrededor ha rondado por años un perro. Joven y sano, todos lo querían. Pero un día contrajo sarna. Hace unos días lo vi, su estado ya era francamente lastimoso. "Ese animal sufre mucho -pensé-, alguien debería ayudarlo a vivir mejor o a morir dignamente".
Después, le pregunté a mi novio si él iría a la marcha por el Día de los derechos de los animales, el próximo 17 de julio. Me dijo que no.

-¿No te parece importante abogar por sus derechos?
-No me gusta ir a esa clase de cosas. Preferiría ayudar al perro que vive por tu casa, llevándolo a un veterinario a ver si todavía lo puede salvar, o si no que lo sacrifique para que deje de sufrir de una vez.
-Para eso necesitas dinero
-Tú todo quieres resolverlo con dinero o con marchas. Seguro no eres la única a quien no le gusta verlo así. Puede que a otros les moleste en vez de tenerle lástima, pero igual podrías organizarte con los vecinos, encontrar a un veterinario que pueda hacerlo sin cobrar... no sé. Eso a mí me haría sentir mejor que ir a una marcha.

Aunque la marcha no dejaba de parecerme importante, reconocí que tenía razón. De todas formas, sabía que no iba a ayudarme con el perro. Para cuando decidí actuar, era muy tarde. Al día siguiente, camino a la tiendita frente al parque, vi al perro muerto.
Me quedé pensando. Ahora sé que ir a marchas o pregonar las convicciones no lo vuelven a uno un activista. Entendí que la naturaleza del activismo político y social está en el hecho de modificar algo: no importa cuan grande o pequeño parezca. 
Puede partir de la iniciativa de uno solo, y será trascendente si logra involucrar a los demás. Aunque los demás sean uno o dos. Aún si la gran meta parezca inalcanzable (los derechos de los animales o la paz mundial), un pequeño logro colectivo vale la pena porque ahí hay actividad. En menor escala, sí, pero todos los grandes cambios empiezan por las pequeñas cosas.
Qué lindo, ¿no? Que todo esto haya surgido a partir de un perro sarnoso. Me gustaría ver que la Iniciativa México motivara algo así en los ciudadanos. La verdad, lo dudo. 
Es la gente la que tiene que convencerse a sí misma de que puede hacer algo. Con o sin recursos. Apelando a la solidaridad, despertando una voluntad colectiva.
Este país no necesita unos pocos héroes. Requiere un chingo de ciudadanos. Ojalá no sea, como en este caso, demasiado tarde para hacer algo.

viernes, 2 de julio de 2010

Historias endulzadas: Coca-Cola

Magú dice que fue una mala semana...


Haga click acá para verla en La Jornada, junto con otros bonitos cartones.

lunes, 21 de junio de 2010

Adiós Monsi

Este es el cartón que le dedica hoy Magú en La Jornada al fallecido Carlos Monsiváis, se llama "A seguir trabajando".

sábado, 19 de junio de 2010

La imposibilidad y cómo enfrentarla

Pocas cosas he aprendido que puedan servir igual en la vida diaria, académica, y profesional. La más importante puede resumirse en una palabra: Imposibilidad.
Intentaré explicarme. La vida, en general, y las personas, son muy complejas. Nadie puede aspirar a conocerlas y explicarlas sin temor a equivocarse. Cada uno tiene ideas, valores y sentimientos que son absolutamente propios. Claro que hay algo común en nuestra naturaleza humana, puntos de coincidencia que nos permiten convivir, construir, compartir... Pero la esencia de cada uno es intransferible, incomunicable como tal.

lunes, 14 de junio de 2010

El periodismo. ¿Vale la pena vivir para este oficio?

Yo digo que sí, pero esto no es un artículo de opinión, sino una recomendación. Esto fue originalmente publicado en El País, acá.

Perspectivas de una profesión en tiempos de crisis

Juan Cruz presenta en el cierre de la Feria del Libro de Madrid su libro 'El periodismo ¿Vale la pena vivir para este ofico?'

CAMILO SÁNCHEZ - Madrid - 14/06/2010

Las palabras del periodista francés Jean Daniel, en la primavera de 2008, van en camino de ser un presagio acertado. Con un ejemplar del diario Le Monde entre los dedos le dijo a Juan Cruz: "Esto será alguna vez el suplemento del 'Le Monde' en Internet". La metáfora le quedó sonando al periodista de EL PAÍS y sirvió de hilo conductor para confeccionar su más reciente libro: El Periodismo, ¿Vale la pena vivir para este oficio?El texto es un compendio de entrevistas con varios directores de importantes medios de comunicación, prologado por el director de EL PAÍS, Javier Moreno, donde se indaga sobre los derroteros de una profesión y una sociedad en épocas de turbulencia: crisis económica, desestructuración de las sociedades, auge de Internet y falta de curiosidad de las nuevas generaciones.

El sentido de la oportunidad, según Magú

Este cartón salió en La Jornada, y lo saqué de acá.

Policía con mando único

Me permito reproducir aquí un reportaje de El Universal que saqué de acá.


Policía única: temen agudice corrupción

La iniciativa del Ejecutivo de unificar los mandos está sustentada en la realidad criminal que vive el país, según algunos legisladores; para otros, es una apuesta pretenciosa que atenta contra la fortaleza de los municipios; el problema debe atacarse desde la cabeza, dicen

sábado, 5 de junio de 2010

Medidas desesperadas

Imagina una situación desesperada contra la que quieres protestar, y no te dejan. En la que gritas y no te escuchan. Imagina que tienes la imperiosa necesidad de pedir auxilio, de ser escuchado y nadie te oye. Parece angustiante, ¿no?

lunes, 31 de mayo de 2010

El periodista y los narcos

Como introducción, la columna de Héctor Aguilar Camín, hoy, en Milenio: Su vida con el narco.
Esta es la historia de un reportero de Chihuahua que empezó a recibir llamadas del narco. Casuales y respetuosas primero, confianzudas y exigentes después.
Le pedían ayuda para pelear contra “los de enfrente”, el cártel rival, al que apoyaban las autoridades. Le ofrecieron dinero y luego droga.
Picado por el gusano profesional del periodismo, que es la curiosidad, el reportero siguió contestando el teléfono a sus interlocutores.
La familiaridad trae desprecio, dice un dicho inglés. La familiaridad telefónica con el narco trae confianza y se vuelve exigencia.
Al principio, los no buscados interlocutores se dirigen al reportero como “licenciado” o “patrón”. Quieren ayuda en su pelea desigual. Un día le anticipan: han matado a unos rivales aquí y allá, y quieren que no se publique nada sobre los muchachos que hicieron la tarea.
El reportero no sabe qué hacer y no hace nada. Entonces sus interlocutores cambian de tono: empiezan a llamarle “compa” y a decirle que no les ha cumplido.
No existe pacto ninguno y por tanto no puede haber incumplimiento. Pero el tono que hay al otro lado del teléfono es el de un socio que se siente traicionado.
Delgada línea narca.
El nombre del reportero que cuenta su historia es David Piñón. Trabajaba para El Heraldo de Chihuahua y hoy es su jefe de redacción. Una versión corta de su experiencia fue publicada en Nexos 
Antier, en Xalapa, le fue entregado a Piñón el Premio Nacional de Periodismo en el género de crónica correspondiente a 2009.
A continuación, el testimonio del propio David Piñón Balderrama:

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