Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con quien sea: El vecino, los padres, el compañero, la profesora o el presidente. Sé que voy a sonar demagogo, pero si de algo estoy convencido es de la necesidad del diálogo, porque sostiene una democracia. Puedo hacer que me escuchen si no estoy de acuerdo, pero también tengo la obligación de escuchar.
He aquí el resumen de una plática importante, echada a perder por una pésima cultura de diálogo:
Para leer la nota completa, haga click
acá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario