Me acuerdo de Miguel de la Madrid, pobrecillo. Luego de la controvertida, y a mi gusto excesivamente publicitada entrevista con Aristegui, lo hicieron desdecirse: ¡Órale viejito! ¡Fírmele ahí donde dice que usted no sabe lo que dice!
Ahora sale Echeverría. Ese ancianito adorable. Desde Tijuana nos regala uno de esos amigables consejos a que son dados los abuelos, que uno a veces se niega a escuchar:
Vienen "días negros en todos los sentidos", si no se atienden y resuelven los problemas de fondo que existen en el país. México se encamina a un estallido social, que debe evitarse con una política bien orientada.
Lea la nota completa de El Universal acá.
Qué pertinentes estos abuelitos. Como si ellos no tuvieran nada que ver. Como si estos hijos de la chingada no hubieran preparado el camino para el desastre nacional que enfrentamos hoy. Inocentes cabecitas blancas, hablan y dicen como si esto que ahora nos pasa no fuera fruto de la corrupción y violencia que en sus días sembraron. Ahora, encima de todo, tiene uno que soportar que nos vengan a decir que la política está equivocada, que la corrupción nos está acabando.
¡Carajo! Hemos de estar bien jodidos para llegar a esto, ¿no?
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