martes, 29 de diciembre de 2009

Contar en radio

En comunicación es tanto lo que hay que saber que a los que enseñan a menudo se les olvida decirnos cómo hacer ciertas cosas. Este post es pensando en esa mala profesora que nos lanzó a sacar un reportaje para radio cuando ni siquiera sabíamos reportear, y menos teníamos una puta idea de cómo adaptarlo a radio. Estoy de acuerdo en que echando a perder se aprende, pero es mejor cuando ya se tiene idea de qué es lo que se va a hacer en vez de ir, como dicen, a la buena de dios.

BUSCAR, GRABAR, EDITAR, REALIZAR, CONTEXTUALIZAR: CONTAR EN RADIO

Empecemos por dar crédito: a continuación se presenta un resumen de los puntos que publicó la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en su página de Internet, donde se exponen algunas consideraciones del jurado para otorgar el Premio Nuevo Periodismo en la categoría de radio. [Para leerlo completo haga click acá]

1. FORMA Y FONDO

La calidad de los testimonios, los sonidos y la musicalización es fundamental en un buen trabajo periodístico para radio.
Las críticas y las observaciones más repetidas para los trabajos evaluados tienen que ver con la mala calidad técnica de los testimonios, la falta de sonido ambiente –y su mal uso- y el exceso de musicalización ornamental.
Claro que todos los elementos técnicos de una pieza periodística para radio no justifican ni reemplazan la falta de investigación, contextualización y equilibrio de una nota. La forma y el fondo se complementan. Saber contar en radio, implica saber qué contar y cómo contar.
2. EL VALOR Y EL USO DEL TESTIMONIO
Para los jurados es primordial que las empresas periodísticas y los periodistas hagan el esfuerzo de estar en el lugar de la noticia, de los hechos, del suceso. En lo posible deben evitar el uso del teléfono. Además de estar en el lugar de los acontecimientos el periodista debe asegurarse el uso de una buena grabadora. La calidad de los equipos es importante. Cuando sea imposible la presencia del reportero en el lugar, por falta de recursos económicos o distancias insalvables entre la ciudad donde funciona el medio y el lugar de los acontecimientos, los periodistas o los medios pueden intentar alianzas con reporteros del sitio del suceso, para que estos faciliten por los canales posibles los testimonios. En todo caso es una necesidad garantizar la calidad del testimonio.
1.1. No todo sirve
Un buen testimonio no es el final del trabajo del periodista, sino el principio. El testimonio requiere de una edición posterior para completar su valor periodístico. Por sí solo, el testimonio es casual: “El periodista de radio está en el lugar y el momento de la acción noticiosa, pero allá están también los periodistas de los otros medios”. La inmediatez ya no es el valor agregado (internet y otras herramientas tecnológicas dieron la misma característica a otros medios). Por eso es importante que las entrevistas sean objeto de un trabajo posterior de edición, realización sonora y contextualización.
Una buena edición y realización sonora implican que todo lo que llegue a oídos de la audiencia sea interesante y pertinente. Conciso: no pueden pasar al aire testimonios innecesariamente largos. “Hay que quitarles todo lo que sea ruido”. Además deben ser verosímiles y convincentes. Esto, en palabras de los jurados, requiere que antes de pasar una entrevista el periodista esté convencido de estar entrevistando a las fuentes adecuadas para la respectiva información.
1.2. Más de una forma de citar
Al armar la pieza periodística, sea cual fuere el género, el periodista tiene varias formas de introducir un testimonio. Las transiciones entre testimonio y narración son importantes en un buen reportaje y no siempre la presentación debe ser: “ahora habla el señor...”; ni los cierres deben decir: “...ese fue el señor…”. Una aburrida introducción de los testimonios puede dar al traste con la dinámica de la pieza periodística.
1.2.1. Una alternativa para citar es que el narrador construya una frase que explique algo del tema que desarrollará la fuente en el respectivo testimonio y deje entrar, sin más anuncios o aclaraciones, el testimonio de la fuente. Es decir, que no debe ser una camisa de fuerza la tradicional pregunta respuesta.
1.2.2. Si opta por pregunta y respuesta, el periodista debe evitar las dobles transiciones: poner la pregunta antes y que la primera frase del testimonio sea exactamente lo que ha preguntado. En esos casos debe editarse (quitarse) la primera frase del testimonio cuando esta repite el enunciado de la pregunta.
1.2.3. Una forma de utilizar testimonios es en vox-pop (secuencias de testimonios de personas del común, en forma de sondeo, sin transición del narrador), que los jurados pudieron escuchar en algunos trabajos de la selección oficial. Para el buen uso de esta herramienta narrativa los jurados advierten que los testimonios deben ser cortos y deben estar incorporados en un reportaje: “no son entrevistas, debe ser como un mini sondeo. Si empiezas a utilizarlo como mini entrevistas la gente se confunde”, advierten.
1.3. Las traducciones
Si debe usarse una entrevista en un idioma distinto al de la audiencia, el periodista debe lograr –con una buena edición- que la traducción y el testimonio original no choquen. El trabajo con testimonios originales tiene una regla de oro, que los jurados explican por pasos:
1) “Dejar unos segundos del testimonio original”.
2) “Bajar la voz original”.
3) “Meter la traducción: todavía escuchas la voz original, pero no tan fuerte como la traducción (El oyente se da cuenta de que todavía está corriendo el idioma original en el fondo, pero escucha perfectamente la traducción)”.
4) Al final, cuando termina la traducción (debe terminar antes que la voz original), se debe subir de nuevo la voz original y el radioescucha entiende perfectamente cuál es cuál”.
Es importante que las voces no estén al mismo nivel. Las traducciones no pueden competir con el original. Hay que permitir que el oyente identifique los tonos en que respondió el entrevistado.
1.4. El valor editorial del testimonio
Para los jurados es importante que los periodistas reconozcan el valor editorial del testimonio. Cuando se trata de un género informativo, el reportero debe restringir sus comentarios personales y tiene que ser consciente de que puede generar tendencia a partir del uso de testimonios. Es decir, sin que el narrador editorialice en los comentarios, el reportaje puede estar parcializado a punta de testimonios. Los jurados señalan que si tiene testimonios que hablan en favor de algo se requieren otros testimonios que vengan desde el otro lado del conflicto para equilibrar las cargas.
Los jurados advierten también sobre la carga editorial de los cierres: “Si usas una estructura de noticia que cierra con un testimonio, que sea claro que la opinión expresada en el testimonio es fácilmente identificada con la opinión del autor. La última palabra tiene peso”. Esto aplica también para comentarios de cierre del periodista narrador.
2. SONIDOS QUE MUESTRAN
En una frase se resume todo lo sostenido por los jurados sobre la importancia de los sonidos: estos son para la radio lo que la imagen es para la televisión. No son para usar de forma arbitraria ni excesiva. Son funcionales a las necesidades de la historia. “Los sonidos tienen valor testimonial y documental y si los utilizas en malos momentos cambias el mensaje… y eso es fatal”.
De hecho, algunos trabajos escuchados por los jurados pecaron por el uso excesivo de ciertos efectos. Y además los efectos, repetidos muchas veces, pierden impacto. Se utilizaron efectos artificiales en vez de sonidos reales, ambientales (porque probablemente era más fácil conseguir estos efectos). Por eso dejaron un fuerte llamado de atención para que se les de uso a los sonidos del lugar de los acontecimientos: “Cuando los periodistas van a los lugares deben abrir la grabadora, no solo para las entrevistas, sino para los sonidos. Es una regla de oro: abrir la grabadora en todo momento”.
3. MÚSICA CON SENTIDO
Algunas de las observaciones aplican de igual manera para música y sonido. La musicalización debe agregar sentido. Muchos de los trabajos valorados por los jurados hacían uso ornamental de la música: “Cuando la música no da sentido, molesta”. La función de la música puede ser: crear ambiente, servir de puente, afianzar el mensaje, crear emociones.
Usar canciones como fondo de las entrevistas muchas veces es inadecuado. Un pecado frecuente es utilizar música dramática en hechos dramáticos, como si la gente no se diera cuenta del peso del hecho. En este sentido es importante diferenciar la necesidad de redundancia en el lenguaje radial, de la repetición innecesaria.
“Un reportero debe priorizar la música que ha grabado en el lugar. Los escuchas no son tontos, encuentran la diferencia entre la música tomada del lugar y la que se agrega como relleno”.
4. DE LA LOCUCIÓN Y LA DESCRIPCIÓN
Toda la sonorización, la musicalización y su buen uso, no eximen al periodista de describir lo que ha visto. Los jurados del premio subrayaron la importancia de lo que citaron como set the scene: “Es muy importante en el reportaje. ¿Dónde estás? El sonido puede ser muy bueno pero es posible que no describa por sí solo el ambiente. Falta la descripción de lo que ve el periodista”.
Es importante también que los periodistas sean buenos locutores, que puedan transmitir sentimientos, emociones. Pero esto no debe llegar al amarillismo ni a la dramatización sin sentido. Se trata de alimentar la narración, no de generar tendencias.
5. CADA PARTE COMO UN TODO
Los espacios de los que disponen los periodistas en las empresas de radio establecen ciertos formatos de presentación de trabajos de “largo aliento”, como reportajes o crónicas. Cada día hay más restricciones de tiempo y los formatos deben adaptarse, en la mayoría de los casos, fragmentando un reportaje en varias entregas. Sin embargo advierten que estas series pierden fuerza al tener que desunirlas. “El arte es poner los elementos armónicamente juntos. Debe tener también información de fondo y análisis”.
El reto entonces para los periodistas es hacer uso de técnicas que les permitan que cada entrega de la serie tenga valor autónomo, unidad propia: “Si un oyente escucha solo una entrega, podrá darle sentido. Se deben enlazar los ‘capítulos’, pero el periodista no puede contar con que el oyente tiene el tiempo de escuchar todos los días”.
6. EN EL FONDO
Ni siquiera todas las consideraciones de forma garantizan la calidad periodística de una pieza. Aquí no hay negociación posible: la posición independiente, crítica, la contextualización y la investigación no se reemplazan con buena edición o buen uso de efectos sonoros y música. Las bases de un buen periodismo son las mismas en radio que en otros medios. Una cosa es hacer uso del lenguaje radial para contar historias de valor periodístico y otra es hacer propaganda.
El carácter institucional de una pieza periodística no exime de los parámetros de calidad y excelencia a los trabajos hechos para medios institucionales. Lo imprescindible en estas piezas es que “no prevalezcan las intencionalidades de lo institucional sobre los valores periodísticos”.

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