Un día, sin mayores advertencias, se inunda una tierra sobre la cual se construyen vidas, con sus alegrías y sin sabores, con sus satisfacciones y tristezas. La gente se queda sin comer, los niños se enferman. Los recuerdos quedan enterrados bajo el lodo.
Lo peor es el miedo, el presentimiento de que volverá a pasar. La incertidumbre.
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