sábado, 5 de diciembre de 2009

Los que nada sabemos

Decidí que sería periodista a finales de la secundaria, después de contemplar por mucho tiempo la idea de estudiar filosofía. Aún tengo cierta debilidad por ella, pero decidí que el periodismo era la manera en la cual quería hacer algo, contribuir a la sociedad.
Mi formación actual en cuanto periodismo no es muy sólida que digamos, en cambio tengo una visión social muy amplia, que me permite entender los problemas desde esa perspectiva (o al menos intentar hacerlo). A pesar de todo pareciera que nada he aprendido. Todo lo que sé se puede condensar en unas cuantas líneas: Los problemas sociales son profundamente complejos, no aparecen de un día para otro y no se pueden explicar a partir de premisas simples. La gran mayoría de ellos deriva de que las personas tienen diversas formas de pensar, y no les es fácil ponerse de acuerdo, porque implica salir de una actitud egoísta para reconocer y valorar los demás puntos de vista.
¿Y eso qué? Cualquiera, hasta un niño podría llegar a esas conclusiones sin mayor esfuerzo.
Si no sé nada al menos debería saber hacer algo, pero no. Mis habilidades se limitan a leer y escribir de manera más o menos decente, así como tratar de reflexionar (aunque no es mi mayor talento). Todas estas cualidades se encuentran en alguien que haya terminado cabalmente la educación secundaria.
¿Entonces estoy exactamente igual que cuando decidí dedicarme al periodismo?
No, al menos tengo una idea de cuán ignorante soy. Más aún, sé que nunca dejaré de serlo. A veces me abruma la responsabilidad social que implica estudiar en donde lo hago; la cantidad de cosas que se supone que debo saber como alguien que estudia para ser periodista.
[Ciertas nociones de derecho para comprender el quehacer político, mucha historia, nombres tanto de personajes públicos como de instituciones y sus siglas, chismes de economía, referentes de literatura, cine, música, pintura, filosofía, así como un prácticamente infinito etcétera]
Sin embargo entiendo que, a diferencia de otros oficios, donde la gente aprende cosas muy específicas, en el periodismo no. Aquí todos somos muy ignorantes, todo el tiempo; siempre hay que ir tras el dato, hacer preguntas, investigar. De entrada se podría decir que es lo más parecido al "todólogo", aunque la verdad es que también hay periodismo especializado.
En general somos (como dijo no sé quién que no recuerdo, luego busco bien la cita) ese hombre sin oficio, que tiene que saber de todo, para poder entenderlo y después comunicarlo a los demás.
Bonito chiste, ¿no?
Si bien no puedo presumir de mis profundos conocimientos acerca de algo con nadie, al menos puedo conversar con todo mundo y entender por lo menos lo elemental. Al final de cuentas, creo que se eso se trata. Es un asunto de la sencillez más abrumadora, que por lo mismo se convierte en difícil: Estar atento, saber escuchar, interesarse, entender, reflexionar, comunicar.

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