viernes, 4 de diciembre de 2009

Un oficio, una técnica, una forma de vida

Respecto al periodismo, como con todo, son muchas las posturas que pueden adoptarse. Puede verse simplemente como una forma de redactar, como un trabajo entre los muchos que hay, o como una forma de vida. Quizá sea esta última la que más difícilmente se entienda, incluso por los propios periodistas.
[Se abre paréntesis de relación con las Ciencias Sociales]
La hermenéutica (interpretación de algo para dotarlo de sentido) era considerada por Weber y Dilthey como un método de investigación válido para las Ciencias Sociales; más como una técnica útil a la cual recurrir cuando fuera necesario, por su particular manera de abordar y comprender los aspectos subjetivos que de otra forma se escaparían. En cambio Heidegger la defendió como una condición ontológica, dado que la interpretación de lo que nos rodea [el mundo, las actitudes de los otros respecto a nosotros, sus reacciones] forma el gran entramado de eso tan complejo que es la existencia; es lo que le permite a los seres humanos ser. Esto que era, y sigue siendo, una discusión encarnizada, adquirió otro matiz cuando llegó Paul Ricoeur para señalar que una concepción no se opone necesariamente a la otra.
[Fin del extenso y aburrido paréntesis]
Tengo la idea de que algo similar sucede con el periodismo. Es una forma de narrar cuyo objetivo es ser clara, sencilla y lo suficientemente interesante como para retener al lector e informarlo. Es también un oficio, una forma de ganarse la vida. Miles, no sería exagerado decir que millones de personas viven de él en este momento al rededor del mundo.
Sin embargo la arista más interesante es la última. Puede que esto suene obvio, absurdo incluso: El periodismo es la condición ontológica del periodista. Lo cual simplemente quiere decir que si una persona no realiza labor periodística, no es periodista. [Aquí apunto que todavía no lo soy]
Para evitar que el lector sienta que ha perdido su tiempo, después de leer el profundísimo párrafo anterior, agregaré que pese a ello también creo que todos hemos hecho periodismo alguna vez, aunque sea poco y sin querer. Darle a alguien una noticia, aunque fuera trivial. Comunicarle algo a los demás, ser capaces de retener su atención y asegurarnos de que lo entiendan. Ya sé que eso es lo más común de la vida, por eso lo digo. Porque el periodismo nace ahí, en el diario acontecer, que después pasa por un proceso de selección antes de ser publicado.
Como no puede decirse todo acerca del total de sucesos que ocurren en el mundo todo el tiempo [esa pretensión de omnipresencia es imposible], lo que queda por hacer es interpretar lo que sucede. [Sí, el vínculo con la hermenéutica no era tan ocioso después de todo]
Para ya no darle más vueltas, el periodismo está ligado con todos porque surge de lo que hacemos diariamente, incluso está en muchas de esas acciones cotidianas. Pero también quienes lo ejercen deben asumirlo como una gran responsabilidad, ser conscientes de la importancia social que tiene su labor de interpretar la realidad y contribuir a reconstruirla, ya sea desde las planas de los diarios, las pantallas de televisión o las bocinas de radio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Libros electrónicos